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Foto del escritorIsabel Labastida, Asesor y Coach de Imagen

¿Todos somos parte del problema?


Hoy quiero traerte esta reflexión qué tal vez suena simple, pero que al final de cuentas, es un símbolo de lo que pasa en muchas empresas. Un ratón mirando por un agujero de la pared, ve al granjero de la casa donde vivía y su esposa abrir un paquete. Quedó aterrorizado al ver que era una trampa para ratones. Fue corriendo al patio a advertirle a todos. -!Hay una ratonera en casa! hay una ratonera. La gallina que estaba cacareando y escarbando le dice: "disculpe sr. ratón yo entiendo que es un gran problema para usted pero a mí, no me perjudica en nada"... Entonces fue hasta el cordero y le dice lo mismo: "disculpe sr. ratón pero no creo poder hacer algo mas que pedir por usted en mis oraciones". El ratón se dirigió a la vaca y ella le dijo: "¿pero acaso estoy en peligro? ¡pienso que no! dijo la vaca". El ratón volvió a la casa, preocupado y abatido para encarar a la ratonera del granjero. Aquella noche se oyó un gran barullo como el de la ratonera atrapando a su víctima, la mujer corrió a ver que había atrapado. En la oscuridad ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una serpiente venenosa. La serpiente veloz mordió a la mujer, el granjero la llevo inmediatamente al hospital, ella volvió con fiebre alta. El granjero para reconfortarla le preparo una nutritiva sopa, agarro el cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina. Como la mujer no mejoro los amigos y vecinos fueron a visitarlos, el granjero mato al cordero para alimentarlos, la mujer no mejoro y murió. El esposo vendió la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral. Recuerda que la próxima vez que alguien te cuente su problema de su área o de tu propio departamento y creas que no te afecta, por que no es tuyo y no le prestes atención, piénsalo dos veces. El que no vive para servir no sirve para vivir. El mundo no anda mal por la maldad de los malos; sino por la apatía de los buenos. Así que cuando alguien necesite de ti por sus problemas, tiéndele la mano o dale una palabra de aliento. Ve que puedes hacer para que no se engrandezca.



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