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Foto del escritorIsabel Labastida, Asesor y Coach de Imagen

¿Careces de pobreza laboral? Cuando la pobreza la creas en la mente y no en el trabajo o desempleo.


Francisco Méndez es una desempleado de 33 años, que lleva casi 7 meses buscando empleo sin suerte, lo triste de Francisco, como miles de personas piensas que están haciendo la forma correcta de buscar empleo cuando su problema viene desde raíz, y es que no quiere entender que DEBE cambiar varios factores, que más de un 80% de la población que busca empleo no tienen ni idea de su pobreza laboral.


...Ricos y pobres, con una licenciatura o hasta doctorado, con empleo o sin empleo, tienen estos problemas que no les permite ver más allá de lo que pueden hacer para mejorar su asertividad de emplearse.

LA POBREZA LABORAL EMPIEZA EN:

El origen de la pobreza está en la forma en cómo “TE PROGRAMAS" para serlo.

Y es que el origen de la pobreza o de la miseria no siempre está en la ausencia de dinero, sino dentro de nuestra cabeza –por más inverosímil que parezca.

  1. TU MENTALIDAD

¿Te has preguntado por qué siempre hay polvo, mugre y descomposición donde hay pobreza? Casi siempre donde hay miseria hay algo roto o manchas y basura. ¿Y por qué será esto?

La mugre no es una manifestación de la falta de dinero y mucho menos es una consecuencia, sino que es un reflejo de la mentalidad de quien habita el lugar ocupado por el caos. Es decir, ES UNA MENTE SIN ASEO.

UNA MENTE DESORDENADA QUE NECESITA REPROGRAMARSE PARA "LIMPIARSE", encontrar aquello que le sirve, desechar lo que no y comenzar a cambiar su entorno. La pobreza mental podemos reflejarla en 2 la personal y la laboral.

La pobreza mental personal: parte desde un cuarto desordenado, una cocina sin limpiar en días, la ropa sucia que se desborda, o que puedes ver dondequiera ropa sin doblar o sin guardar, una casa sin barrer. ¿Cómo está el cuarto de tu hijo? ¡El tuyo! ¿Hace cuánto que no cambias la ropa de cama o sacudes? Las manchas de cocina. Un baño que parece bodega.

La pobreza mental laboral: se refleja en un escritorio sucio o una laptop, hecha una mugre, el bajo perfil que manejas en LinkedIn, un C.V., que parece de los 80s, un C.V. de más de dos hojas, un e mail nada profesional, una foto de hace más de 1 año o de las que se usan en el título profesional, no compartes información, no te gusta enseñar a la gente o capacitar a los demás con lo que sabes, guardas toda la documentación bajo llave, y siempre estás pensando que alguien quiere tu puesto o que los reclutadores no se fijan en ti, que en vez de pedir empleo profesionalmente recurres a algo así como llevo dos años sin empleo, necesito ayuda tengo hijos que alimentar y Dios sabe cuánto he buscado y no abre nadie las puertas… Involucras la religión para resolver tu responsabilidad. Quieres causar lástima en redes profesionales,

2. LA MEZQUINDAD

¿Por qué será que es común dejar nuestras mejores ropas, accesorios o, incluso, nuestra mejor vajilla para “ocasiones especiales”? o, ¿por qué será que a algunas personas les duele gastar en sí mismos?

La mezquindad laboral: Es muy similar a la anterior, y se refleja que solo usarás algo nuevo si algo bueno pasara, por ejemplo una entrevista, no comprarías zapatos a menos que tuvieras una presentación o una entrevista de empleo. No estudias nada como inglés o actualizaciones a menos que el puesto lo requiera o que te lo pague la empresa, no pagarías ningún servicio de entrenamiento para tu personalidad o para aprender a encontrar empleo, y todo lo buscas gratis. Desconfías de todo lo que es gratis, piensas que las destrezas de los empleados deben ser menores a las de los jefes, quieres que todos piensen igual que tú, que eres el que más trabaja, y piensas que si te vas temprano o que la gente se va temprano a casa después de la jornada laboral, no tienen trabajo. O por llegar temprano serás mejor valuado.

3. LOS COMPLEJOS

¿Has notado la “astucia de la pobreza”?, Esta astucia y este ingenio relucen cuando existe una mente a la que le duele gastar en un bien necesario. El problema tiene mucho de su origen en los bajos sueldos, pero también es cierto que con una cantidad pequeña de dinero es posible verse decente o verse miserable –según lo que uno prefiera–. Un gran ejemplo es una persona que gana muy poco, pero no puede vivir sin la televisión, o el último iPhone, así que se endeuda para comprar una pantalla y, cada mes, se “sacrifica” para pagar un paquete básico de tv por cable o por pagar el status que le proporciona un teléfono.

Quizá esta persona es también alguien que sufre del punto número 1; sin embargo, por la misma cantidad al mes que gasta en pagar su teléfono, puede comprar lo necesario para limpiar y ordenar su hogar y así vivir en armonía, como primer paso. Como segundo paso, podría destinar ese dinero en unos mejores zapatos y en un mejor traje –ambos sencillos, pero decentes–, entre otros bienes o servicios que le permitan competir en el mercado laboral y quizá obtener un mejor empleo sólo por el plus de la siempre requerida “buena presentación”.

¿Por desgracia, cuánta gente conocemos en ese estado? Y no vayamos tan lejos, el día que se presentó la rapiña en México por el gasolinazo, ¿Qué era lo que más se robaron? televisores, y tú dirás -bueno es que comprar un televisor no es tan fácil..., Sabemos que no! Primero ser pobre no justifica que robes, y segundo ¿Por qué no se robaron libros para estudiar o aprender? Finalmente robarse un dulce o robarse un televisor te hace ratero, pero la pobreza mental crece a medida de tu complejos y mezquindad es mayor.

4. LA MENTE “PROGRAMADA”

En un entorno como el descrito, los más pequeños se acostumbran a esos escenarios faltos de higiene y dignidad; pero también se acostumbran a algo más peligroso: la mentalidad. Así, la mugre y la miseria pueden disminuir la autoestima de las personas, porque al encontrarse constantemente en condición paupérrima, se programa el cerebro para limitar su capacidad de acción y comenzar a cambiar su entorno y su día a día.

Piensan que no se merecen un mejor salario, o que por el inglés no consiguen un empleo mejor, o que su jefe es un maldito, pero saben que no encontrarán algo mejor, o que prefieren el “confort” de su mal empleo y quejarse, a buscar oportunidades mejores de vida y sobre todo a prepararse para ello.

HAZ UNA EVALUACIÓN DE TU ENTORNO Y MENTALIDAD...

Quizás se requiere Higiene Mental Laboral…

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